Paso 3: REPRESENTADO INSCRIPTO

Este paso te habilita a tener un número de representado, el cual te permite cobrar los derechos de autor. Para esto debes esperar a que tus obras hayan sido declaradas.

Este paso te habilita a tener un número de representado, el cual te permite cobrar los derechos de autor. Para esto debes esperar a que tus obras hayan sido declaradas. Aproximadamente esto ocurre transcurrido un mes de haber entregado el boletín de declaración. Podes constatar esto por internet desde la página de SADAIC o llamar para consultar si ya han sido ingresadas al sistema.

Una vez que esto ha ocurrido te acercas a SADAIC para inscribirte como representado, el trámite es personal. Para esto vas al primer piso, de 9 a 14hs con:

Fotocopia del DNI

Foto 4×4

$76 (Puede haber aumentado)

Los derechos de autor lo vas a cobrar en los meses de:

ABRIL

AGOSTO

DICIEMBRE

IDEALIZACIÓN Y DUELO. Las bandas se desarman.

Preguntarle a una banda under cuánto tiempo hace que viene tocando, suele ser una de las preguntas que despiertan más titubeos a la hora de responder. Sucede que cambian tantas veces de miembros, que al parecer esto dificulta delimitar una fecha de comienzo. Esto también se visualiza en las biografías de prensa.

Son innumerables las bandas que cuándo tienen que describir su historia nombran a un centenares de ex miembros que pasaron por ella. Al parecer es condición necesaria expresar todos los “fracasos” que ha tenido la banda a lo largo de su trayectoria. En muchos casos la biografía termina siendo una novela de separaciones con uno o dos reglones de algo interesante para decir. Esta repetición incansable de contar una y mil veces la misma historia, suena a un intento por elaborar un duelo: el duelo de la banda idealizada.

Eventualmente, las bandas under se arman entre los amigos más íntimos y desde el garaje se construye el sueño de la hermandad de los rockstars. Esto trae aparejado una concepción romántica de esta historia, como ese mandato anticuado e idealizado que dice algo así como: “Con el que se tenga la primera vez, habrá que casarse”.

Al parecer la formación con la que se debutó como músico debe ser la que se mantenga unida hasta que la muerte los separe, por los siglos de los siglos y toda esa cháchara. Esta idea es una idea idealizada, la cual responde a un proceso psíquico por el cual se engrandecen y realzan los objetos, entiéndase en este caso al objeto como el proyecto musical.

Este objeto es visto de una manera acrítica, en la cual no se ven las falencias que puede presentar dicho proyecto: Todos salen del garaje siendo la mejor banda del mundo.

Con el paso del tiempo el nivel de compromiso de cada integrante va cambiando, las prioridades se diversifican y entre otros motivos surgen los roces, los conflictos y el abandono del barco. Él o los que quedan se encuentran acompañados del resentimiento, el desgano y la angustia.

Bienvenido al proceso de la des-idealización. Estas emociones indican la elaboración de un duelo por la pérdida de la banda ideal.  Ahora bien, esta es una situación que hay que desdramatizar dado que es parte del proceso. Un proceso que va a ir mutando a lo largo del tiempo, que va a oscilar entre estabilidades, descensos y ascensos.

Las restructuraciones de una banda no se deben sentir cómo un fracaso. Las personas cambian, así como sus vidas y sus objetivos. El entrar en un proyecto con la ilusión de que va a ser para toda la vida genera tantas expectativas que se pierde el norte. Y es por esto que toda ilusión está destinada al fracaso.

La idealización de la banda debe quedar del lado del público. Como músico debes saber que tienes que implicarte en el proceso de manera crítica, buscar las piezas que hagan funcionar la máquina, reparar y modificar las que ya no funcionen. Las bandas ideales no existen, las bandas se desarman.

Reconstruye y evoluciona la tuya.

Tengo mis canciones y ahora ¿qué hago?

Después de haber asistido a algunos cursos, ir a entidades a preguntar y leer en las páginas al respecto, voy a tratar de hacer lo más claro y conciso el proceso para que puedas registrar tus temas y cobrar por estos. Son varios los procesos burocráticos por los que vas a tener que pasar, pero créeme que vale la pena.

 

DNDA

El primer paso para comenzar a legalizar tus producciones artísticas es registrarte en la DIRECCIÓN NACIONAL DE DERECHO DE AUTOR (DNDA). Esta entidad no se encarga de pagarte, solamente registra y acredita que tales canciones son tuyas.

Cómo en Córdoba no tenemos una sede y la única que hay queda en la ciudad de Buenos Aires, SADAIC nos da la posibilidad de comprar ahí las planillas. Así que te dirigís a Barrio General Paz.

Dirección: 25 de Mayo 1094, esquina David Luque (de hecho se entra por David Luque) y subís al 1º PISO.

Ahí pedís una planilla de DNDA y te van a dar dos opciones:

  • La Planilla A (antes conocida como “Planilla Rosa”). Esta tiene un valor de $15 y sirve para registrar un tema.
  • La Planilla B: (Antes conocida como “Planilla Verde”). Tiene un valor de $25 y te permite registrar hasta 20 temas. SIEMPRE Y CUANDO LOS AUTORES Y LOS COMPOSITORES SEAN LOS MISMOS. (Si se sumó alguien o se descartó alguna persona en uno de los temas y por lo tanto el orden de autores y compositores no es el mismo, se registra esta canción aparte como planilla A)

Estas planillas se completan por triplicado, hacelo en un lugar tranquilo porque no te podes equivocar. Si hay algo tachado o borrado probablemente te la reboten. Llenala con letra clara y prolija, que se distingan la O del 0, V de U, etc.

Vamos a ver cómo se llena la planilla B

Planilla-DNDA

 

1

Título:Es un nombre inventado que se le da al conjunto de letras que registras en esta tanda. Pensalo como el nombre que le ponés a una carpeta de tu compu, donde archivas canciones. NO TIENE NADA QUE VER CON EL/LOS DISCO/S FÍSICOS QUE VAYAS A GRABAR.

El nombre que uses NO puede ser igual a una canción que registres. En el caso del ejemplo, tenemos que el nombre del Álbum, es decir de los X temas que se van a registrar en este sobre, es “Batman 45.”

 


2Género: Se pone CANCIÓN, independientemente de cual sea tu género musical. Y no se acompaña de ningún código (Esta confusión se da mucho por la lista que encontrás en la página web de SADAIC, solo poné canción, sin ningún código.)

En el caso de que sean más autores y/o compositores y no tengas más casilleros para completar. Escribís atrás de la planilla:

Música (o letra según lo que haya hecho esa persona)

Nombre: lalala       Apellido: sarasa

DNI: XX.XXX.XXX     País: fruta fruta   e-mail: 123@probando.12

Domicilio: Valle de valium

Esta planilla se coloca adentro de un SOBRE que va con un cd, que tenga los temas que voy a resguardar (puede ser grabado entre casa) o las partituras. Más la fotocopia del DNI de todos los autores y compositores.

Se cierra y por fuera del sobre se pone:

Título: BATMAN 45 (Álbum)

 

Letra

Nombre: Pequeño Hans

DNI: XX.XXX.XXX

Nombre: Dora Bauer

DNI: XX.XXX.XXX

Música

Nombre: Pequeño Hans

DNI: XX.XXX.XXX

Nombre: Pepe Hongo

DNI:XX.XXX.XXXPlanilla-DNDA-sobre-atras

 

 

Ese sobre se lacra, si es que lo piden, en Baires no se hace más pero en Cba, hasta el momento de hacer este post, sé es que sí. Esto lo haces en una fotocopiadora que hay cerca de Sadaic. Una vez lacrado firmás en las uniones como te muestra la imagen que te dejo acá abajo.

Planilla-DNDA-sobre-adelante

Entregás ese sobre a Sadaic y entre 15 a 20 días, si todo salió bien, regresa una de las 3 planillas selladas con un número de expediente, que vas a usar en el próximo trámite que vamos a hacer completando las planillas para SADAIC.

¡Hasta entonces!

 

Nota: Te invito a que mantengamos este espacio actualizado dado a que las metodologías del trámite a veces cambian. Así que cualquier sugerencia o data nueva que tengas al respecto es bienvenida. Gracias!!!

 

El músico y su implicación subjetiva.

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 “El destino del músico es cagarse de hambre”

 “El rock de Córdoba ha muerto”

 

Estas son algunas de las frases que aparecen permanentemente encarnadas en la voz de los artistas. Te cuentan que no hay apoyo a las bandas independientes, que el público consume “sin criterio” lo que escucha y que los lugares para tocar se aprovechan de las bandas. La visión que tiene el músico de su realidad, es la de la desventaja y la imposibilidad. Este discurso fuertemente arraigado, se repite cual disco rayado. La canción es siempre la misma y no avanza, se traba a mitad de camino, y a veces ni siquiera logra comenzar. Al parecer así, es la vida del músico.

¿Qué pasa que no se logran naturalizar estas dificultades? Reflexionándolo, las contingencias de trabajo que implica este arte, son como las de cualquier otra profesión. Comparando con diferentes ámbitos pasa exactamente lo mismo: Un médico tiene que hacer guardias de 24 hs por un sueldo ínfimo, un arquitecto de escasa trayectoria es explotado en los estudios y un psicólogo necesita de 5 años a 10 años para tener un óptimo flujo de pacientes. En pocas palabras: nada es fácil.

A pesar de esto, la situación del músico siempre es más desoladora. Se escucha el drama asentado en la modalidad de vida que llevan. El artista profesa un discurso romántico que lo ubica en el campo de la marginalidad, hay poesía de sacrificio en su hablar y estas palabras son las que van marcando su destino. Bandas con mucho recorrido repiten en su queja la  falta de consagración, y a la vez toda su carrera la han profesado en el dolor, el llanto y la dificultad del duro camino que implica ser un músico independiente. Escriben testamentos en las redes sociales dónde se le tira el fardo a la gente que escucha “basura”,  a los grandes medios, a la falta de cultura, al país y a los grandes monopolios.

Años diciendo que las cosas no deberían ser así,  pero ahí es donde todo queda. Es en este punto dónde se corta la cadena, en el eslabón de la queja. En su circunferencia es donde gira el proceder del músico, convirtiéndose en un círculo vicioso, del cual es muy difícil salir.  Esto tiene su lógica porque el psiquismo es muy cómodo y masoquista. Como dice Miller, ver las causas en el afuera evita que uno se pregunte acerca de cómo es que no pudo lograr sus metas. Por lo tanto, la queja brinda una posición muy cómoda, en la cual uno se queda en lo habitual y no apela al cambio.

Ante esta situación conviene pensar en el concepto de rectificación subjetiva, este juego de palabras que puede sonar algo rebuscado, quiere decir que el músico debe dejar de quejarse de los otros para empezar a quejarse de uno mismo, es decir que se debe responsabilizar de lo que ocurre. Este proceso, es el que nos marca a los analistas, la entrada en análisis de cualquier paciente y es a partir de esto dónde se puede comenzar a elaborar una nueva manera de pensar. Una que permita un costo menor de angustia y malestar.

Muchos músicos lamentan que la gente no va a los shows, si se implica subjetivamente en su situación, el cuestionamiento sería: ¿Qué me falta hacer para que la gente vaya? ¿Estoy sonando bien?, ¿Estoy dando un buen show?, ¿Difundí mi evento?, ¿Le estoy dando a mi público algo nuevo? Mucha gente considera que porque hace arte el resto debería consumirlo y que es una falta de respeto no hacerlo. Pues no es así.  Si el músico insiste en el círculo de la queja, el modo de operar va a ser siempre el mismo y su implicancia va a ser nula. La queja es puesta en el afuera, por lo tanto no hay nada que cambiar. Pensando en salir de este circuito quizás  se pueda recorrer otro camino que lleve a algún lado. La decisión está en uno.

 

De canciones y sentidos: El que escucha determina al que canta.

“Las palabras se esfuerzan, se resquebrajan y a veces se rompen bajo la carga, bajo la tensión, resbalan, se deslizan, sucumben, se pudren con la imprecisión, no se quedan en su lugar, no se quedan quietas”

Burnt Norton

 

“Las canciones no tienen dueño, no las conoces hasta que las recibís desde la gente”.
Walter Giardino

 Hay canciones que te rompen el corazón, otras que te indignan, otras que te angustian, te enojan. Y están aquellas que, además, de generarte estas cosas se te pegan en el alma y decís que fue escrita para vos, a pesar de que en algunos casos no puedas decir por qué.

Muchas veces me pregunto qué quieren decir las letras de muchas de las canciones que escuché a lo largo de mi vida. Me planteo si mi interpretación es la misma que tuvo el autor al momento de escribirla. Pero cómo saberlo, acaso cada canción viene con un manual que nos dice cómo interpretarlas.

Salta a la vista que la respuesta es negativa. Por este motivo es que más de una vez, hablando sobre ciertos temas con músicos amigos, ponemos en tela de juicio el sentido lírico de las canciones. Allí es dónde surgen diversidades de opiniones y cuando no, el enfrentamiento entre las diferentes posturas.

El dilema de la interpretación:

La certeza que creemos tener sobre el mensaje de una canción, a veces se desmorona, cuando aparece alguien que afirma tener la verdad de la milanesa. Te dice que en realidad el sentido es otro y te cuenta el origen de este con un fuerte argumento.

Cuando aquella canción que tanto nos gustaba, al fin y al cabo, “no decía lo que creíamos”, aparece la desilusión. Uno estaba convencido de que el mensaje era otro, posiblemente algo que consideraba más bello, más inspirador, más íntimo.

Ahora, por qué sucede eso. Por qué la intención inicial con la que nació la canción, se fue perdiendo en el camino. Posiblemente la respuesta es que no se perdió, sino que simplemente, mutó.

Un antiguo lingüista llamado Saussure sostiene que el hombre está inserto en el universo del lenguaje y puede utilizar este medio de expresión para crear nuevos sentidos. Él habla de la arbitrariedad del signo. No hay nada que defina el sentido de manera inamovible en una palabra, de hecho nos invita a pensar, con respecto a los diferentes lenguajes. Por ejemplo, la definición de la palabra “cantante” está arraigada a esa palabra y a otras como “singer” “cantor”, “chanteur”, etc.  es decir que el significado de la palabra se puede asociar a diferentes sucesiones de letras. Esto lo podemos pensar con cualquier palabra existente.

El sentido y la interpretación van mutando. Sassure nos dice que el sentido es así, arbitrario. Y es bajo este mecanismo que se dan los malentendidos. Mal-entendido, un entendido, que si nos apoyamos en que el sentido se rompe y es arbitrario, no podemos considerarlo como “mal”, sino un entendido al fin. Nuestro entendido que se entiende con nuestra singularidad.

Que el sentido que le damos a una canción, no sea el mismo que el que tuvo originalmente, no implica que uno haya hecho una mala interpretación o que el sentido inicial se haya perdido. Sino que cada sentido se encuentra con el cada quién. No podemos cuestionar y quebrantar el sentido particular que le da cada sujeto  a la música que escucha. Muchos nos apropiamos de las canciones porque representan algo de nuestra historia, el sentido se enlaza con nuestro ser. Esa canción es nuestra, habla de nosotros, la escuchamos relacionándola con nosotros.

Según se dice, Ana´s Song (Silvercheir), habla de la anorexia de Daniel Johns. Para mí, cuenta la historia de una madre llamada Ana que está muriendo por una anorexia nerviosa, culpa de una psicosis que le está comiendo su cuerpo y su cabeza. Ese es el poder de las canciones, dejalas que cuenten tu historia.  El que escucha determina al que canta.

¿Qué canción cuenta tu historia?